2.11.09

entre colchones y papas fritas


Podria escribir sobre Halloween. Sobre la muchedumbre mojada el sabado a la noche en la 6ta Avenida. Podria escribir sobre la cantidad de disfraces aburridisimos que he visto en esta Parade. Podria escribir sobre 'el pirata' y 'la cautiva' que se sacaron tantas fotos que, por un instante, crei que eran famosos. Podria escribir sobre la lluvia intermitente y sobre las dos horas paraditos bajo un techo de morondanga y sin ver nada. Podria escribir sobre todo eso, pero me aburre mucho. Halloween, la masa de gente, la excusa barata para tomar demas y esa oportunidad que logro hacer de Halloween una vidriera ,sin estetica, de disfraces pateticos y repetidos hasta el hartazgo.  Podria, pero no. Hoy voy a escribir  sobre colchones, papas fritas y esa hora que, finalmente, nos han devuelto.

El domingo empezo como de costumbre. Pero con mucho mas dolor de espalda. Decidido: hoy terminamos el dia con colchon nuevo, si o si.  Desayuno dominical: Mate, jugo de naranja y medialunas del muñeco Michelin  (sostengo teoria: la personita de las medialunas Pillsbury es pariente en linea directa del muñeco Michelin, el de las llantas)

Este domingo nos devolvieron esa hora que hace meses nos robaron... ya estamos bien, no mas jet lag. Atrasamos una hora los relojes y tratamos de no pensar mucho en que hoy empieza, oficialmente, la cuenta regresiva hasta la proxima primavera. 5 pm noche cerrada. Apuramos el paso y luego de mil mas vueltas salimos.  Hoy no hubo subte para mi. No fui a la City. Hoy fuimos a una colchoneria. Aca en la ciudad de al lado. En la ciudad que una vez quisimos vivir. La ciudad donde nacio Frank Sinatra, Hoboken. 

Objetivo del dia: comprar colchon, cama, lo que sea. Algo que no haga ruido y que impida que a los 40 terminemos con escoliosis. Ah, y comer.

Nos fuimos de Sleepy's (colchoneria) con unos dolares menos y la promesa de que mañana, Lunes, tendriamos cama nueva. La historia es mas larga, pero los vendedores de colchones me aburren un poquito mas que Halloween.

Necesitabamos levantar este domingo, como sea.  Y ahi estaba. A  20 pasos de Sleepy's, encontramos el lugar perfecto para equilibrar el bajon de perder casi toda la luz del domingo entre colchones sucios y pelos ajenos. 


Johnny Rockets: retro DINER







 




 

Es sabido que la comida chatarra levanta el animo.  La hamburguesa, de cuarta; pero la musica (de los '50 y los '60), el ambiente y nuestra charla alcanzo para poner este domingo, en esa parte de la lista donde llevamos cuenta de los "Domingos Copados".

Resultado del experimento: positivo

Post Data:  llegamos a casa. Nos arrepentimos de comprar cama y colchon. LLamamos para cancelar.  A los dos minutos llamo Tony, el vendedor de colchones, nos rebajo mucho mas el precio. Entre las 6 y las 10 nos traen la King. 

2 comentarios:

Flor dijo...

Por algo somos amigas...
Muy bueno el lugar, conocer NY a partir de la comida es algo que me entusisma y mucho.
Igual que Mari y sus ideas ja ja ja!!!

pato mass dijo...

el domingo ideal clari!!! comida chatarra para el almuerzo... rico y encima no cocinas!!! y despues siestita en la cama con colchon nuevo!!